Sunday, March 16, 2008

Entrar a ese cuarto frío donde alguna vez hubo fuego me quita el aliento. No puedo dejar de pensar en esa habitación y todo lo que alguna vez fue para mí. Ese lugarcito de los dos, donde todos se quedaban fuera y tu y yo éramos los únicos en el mundo, me da escalofrío. También a veces me dan ganas de llorar. A veces quisiera borrar todo eso que dije, todo eso que hice y volver ahí. No tienes idea de las ganas que tengo de olvidarme de todo y todos para estar una vez más entre tus brazos. Entre ese olor a cigarro y alcohol. No me importa todo eso que te hace no ser para mí. Me tiene muy sin cuidado que soy mucho más de lo que tu mereces. No me importa, y lo digo no por soberbia sino porque es así. No eres eso que alguien como yo debería tener. Eso que la gente dice que es para tí. A veces siento que te dejé escapar sólo porque nunca te sentí digno de mí. Jugué contigo, jugué ese juego de dos donde se supone nadie sale lastimado. Creo que sí te lastimé y te pido perdón por eso. Te pido que no me recuerdes como esa persona que no puede amar. Quiero que te acuerdes de mí como esa niña que jugaba entre tus piernas, tus brazo, que se hundía en tu cuerpo mientras reía. Quiero que sepas que si fuiste alguien especial, que sí llegaste a meterte bajo mi piel y que sí quise dejarlo todo por tí. Escuchar tu voz todavía me hace temblar, tocar tu piel, sólo por equivocación, sigue llenado de electriciada todo mi cuerpo. Y me acuerdo. Me acuerdo de esos días en que todo se desvaneció y quedamos sólo tu yo. Esos momentos que llenaron mi vida de risas y de cosas que nunca había sentido. No supe como manejar esas maripositas y ganas de verte. Decidí huír, como siempre lo he hecho, porque es lo único que sé hacer. Huyo de tí, de esas mariposas, de esa electricidad, para refugiarme en un mundo donde nadie me puede lastimar. Y te lastimé y te llené de rencor y de esas cosas que envenenan el alma. Esta incapacidad de sentir me hace querer llorar. Lloro porque te quise lastimar y terminé hiriéndome a mí. Terminé rompiendo todas esas cosas lindas que tenía dentro de mí. Me quedé sola con mi sarcasmo y mi cinismo. Me quedé con relaciones sin sentido y besos de esos que no me queman. Quiero que me quemen como tú, quiero temblar de ganas, quiero llorar de amor. Quiero sentir eso que alguna vez sentí cuando dijiste te quiero. Cuando me quedé muda y dije eso que hirió no sólo tu corazón sino también tu orgullo. Te quería destrozar porque no sé como demostrar amor. No sé decir te quiero, mucho menos demostrarlo. Entonces te lastimo, digo cosas hirientes y hago como que no me dueles. Pero me dueles como nunca y como nadie. Más ahora cuando entro a ese cuarto y lo encuentro lleno de hielo. Ahora cuando regreso a ese lugar donde alguna vez dijiste te quiero. Ese sitio que fue tuyo y mio y decidí quemar. Ahora sólo quedan los restos de un incendio. Ahora todo se fue y jamás volverá. Rompí todo lo que alguna vez tuvimos por el placer, sólo porque podía hacerlo. Ahora quiero regresar el tiempo, decir te quiero. Quiero dejar de ser esta persona que sólo puede lastimar cuando quiere. Quiero dejar de lastimarte cada vez que puedo sólo por el placer de saber que aún te duelo. Eso es lo que me queda, saber que aún te duelo. No sé que voy a hacer el día que dejes de odiarme.

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