Saturday, October 03, 2009

Hace mucho tiempo que no siento. Hace mucho tiempo que no entiendo. Deberíamos jugar de nuevo. Tienes tanto de mí y yo de tí, que nos perdemos entre tantas caricias. Eres mío, para siempre. Soy tuya, para siempre.

Me conoces demasiado bien. Te metes entre las sábanas cuando sabes que no estoy bien. Y te dejo entrar, y te digo que te amo. Te dejo destruirme como siempre lo has hecho. Te dejo llenarte de mí para que te vayas, como siempre, y me dejes vacía, como siempre. Te veo en sus ojos, te siento en sus manos, te escucho en su voz. Me persigues, me llamas, me dejas. ¿Por qué tendría que cambiar? ¿Por quién tendría que dejarte?

Eres lo mejor y lo peor que me ha pasado. Eres el recuerdo que jamás he borrado. Te amo. Sin sentido, sin esperanzas, sin nada que ofrecer. Te he dado todo y sigues deseando más. Sigues pidiendo todo eso que no puedo dar. Sigues atándome a tí. Sigo creyendo que algún día te quedarás aquí.

Quisiera saber que es eso de mí que te llena. Quisiera entender por qué siempre regresas. Quisiera poder dejarte, decir que no, decir que esto se acabó. No puedo. Cada vez que mientes me destruyes, me enciendes y me dejas más rota que la última vez.

Y a veces te entierro. A veces te dejo sepultado bajo todas esas lágrimas que he derramado por tí. Te dejo descansando en el rincón más oscuro y más alejado de mi alma. Te dejo dormir, te dejo muy cerca, para jamás perderte. Y te digo que sí, y te dejo besarme, y te dejo sentirme. Olvido todas las veces que te he odiado, que he maldecido tu nombre y que he llorado por tí. Desaparecen todas esas lágrimas que te habían enterrado. Tan pronto me tocas todo ese dolor se desvanece.

Tócame una vez más. Besame una vez más. Dime todas esas mentiras que me llenan y rómpeme como la última vez. Lléname de todo eso que me mata. Vuelve a llevarme al lugar más oscuro. Vuelve a decir que soy especial. Hazme creer que alguien me puede amar.