Se ha pasado la hora de la cena. Se ha pasado el tiempo que siempre le había dedicado. En un inicio, siempre estaba ahí para platicarle sobre su día. Desesperada, no entiende que pasa. ¿Amé demasiado? ¿Amé muy poco? A veces quisiera poder decirle la verdad. Sentarme con ella a tomar el té y decirle por qué. Me gustaría mirarla a los ojos y contarle, con el corazón en la mano, por qué no llega a la hora de la cena. Nunca he sido de las personas que habla claramente. Nunca he dicho realmente que siento. Ella si. Ella le dice cuanto lo ama, cuanto lo extraña y cuanto está dispuesta a dejar por él. Ella dejó todo atrás. Dejó su independencia, sus tacones, sus días de fiesta. También se deshizo de todas esas cosas que a él no le gustan y se llenó de lo que él adora. Encontró espacio para guardar todos esas cosas que una vez amó y cerró las gavetas. No miró atrás. Lo amaba. Lo ama. Él intentó hacer la mitad de lo que ella hizo por él. De verdad, lo vi intentar una y otra vez no desear que ella fuera diferente. Quería amarla por quien era y como era. Por un momento, breve, lo logró. Esos días, siempre llegaba a la hora de la cena. La gente cambia. El instinto más escondido siempre regresa. Las cosas que nunca dejas salir son las que terminan rompiendo esa persona que construyes para el resto del mundo. Si tan sólo pudiera decirle que, de verdad, intentó no amarme. No hubo manera de no encontrarnos. Algo debía pasar. Disfrazados, comenzamos a jugar. No pasa nada cuando no dices nada. Cuando no hay quien si quiera susurre un nombre, esa persona no existe. Así jugamos, a no decir, a no verbalizar lo que pasaba y a no recordar nada. Hasta que un día, a la hora de la cena, decidío decir lo que pasaba. Me lo dijo y de pronto, me di cuenta de lo que hacía. Me di cuenta que jamás cambiaría para ser esa mujer que él esperaba. ¿Por qué no lo amaba como ella? ¿Por qué me le había metido hasta los huesos? ¿Por qué no lo necesitaba? Me pidió que lo amara. Me pidió que dejara caer las barreras que he construido y le enseñara realmente quien soy. Mañana, estará con ella, a la hora de la cena.
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