Thursday, December 16, 2010

Encontré

Abrí el cajón de los recuerdos. Abrí esa caja donde te guardo, hasta el fondo, con candado. Vi las fotos que grito al mundo que he quemado. Encontré esas cosas que me recuerdan a tí. Leí una y otra vez todas esas frases que dejaste escritas sobre mi cuerpo. Repetí mil veces todo lo que alguna vez me dijiste.

Recorrí otra vez, centímetro por centímetro, tu cuerpo. Me acordé del lunar que tienes en la espalda. Recordé la medida exacta en la que mis manos se tocan cuando te abrazo. Sentí otra vez tus manos en las mías. Vi de nuevo tus ojos miel. Me acordé de ese momento preciso en que te llenas de ganas, me miras y sé que todo está perdido. Se me erizó otra vez la piel al recordar las yemas de tus dedos.

Empecé a sacar cada vez más cosas de la cajita secreta que guardo. Encontré tu nombre grabado en mi alma. Encontré esas ganas de salir de cualquier lugar para estar contigo sola. Encontré tus labios y tu olor.

Seguí buscando. Saqué todo eso que mi hizo daño. Encontré todas esas cosas que hiciste que me partieron el alma. Encontré las palabras que decías para calmar mis celos. Encontré las frases que me curaron. Te encontré con la esperanza de que no hubiera olvidado a que sabían tus besos.

La última vez que abrí esta caja perdí tu voz. No escuché esa voz que me hacía temblar. Debí de haberla grabado en algún lugar. Esta vez, por más que busqué, no encontré el último beso. Si hubiera sabido qué ese sería la última vez, hubiera sacado todo esto que me quema y hubiera dejado solamente ese beso. Supongo que ninguno de los dos supo que era un beso de despedida. Supongo que tu tampoco te acuerdas. Lo tengo perdido. Te tengo perdido y esta caja se queda cada vez más vacía.

Wednesday, November 17, 2010

Letting you go was the hardest thing I had ever done. I look at you now, all broken inside. I see the person I once was, the person I once became. You can't fool me. I am you. All your decadence, all your lies, all your fears. You became thinner than air. You became the distant memory we always laugh about when time goes by.

I can't even think of your touch. I don't dread the day we will meet again. I do not fear the time you won't want me back. I am free. I let you go. I make you your own. You are no longer mine to keep. You are no longer my deepest fear.

Friday, November 12, 2010

Sonreir

Hay veces que las palabras no son suficientes. Hay momentos en la vida que quisieras dibujar todo lo que sientes. Ahora, en este momento, dibujaría el cielo más azul que jamás hayas visto. Hoy, pintaría un cuadro de Monet. Hoy llenaría mi lienzo de color. Hoy, por fin, sonrío cada vez que pienso en tí.

Hace mucho tiempo que no te recordaba sin rencor, sin ganas de romperte el alma. Hacía años que no me acordaba de tí sin dolor. Hoy, me acordé de tí y sonreí. No dibujé una sonrisa llena de amor como las que tenía cuando te conocí. Esta sonrisa es de victoria, esta sonrisa es de recuerdo, es irónica, es feliz.

Por fin no quiero explicaciones, no quiero pretextos, no quiero nada de tí. No te quiero ver para hacerte sufrir. Te he dejado de sentir, me has dejado de doler.

Thursday, November 04, 2010

Eras...

Te llenaste de mí. Temblando, junto a la cama, te esperé. Por fin las palabras dejaron de agolparse en mi garganta. Te dije te amo. Me dijiste te amo.

Dejó de ser ignorante de lo que nos pasa. Dejaste de decir "tengo frío" y dijiste "te quiero". Dejamos atrás las mentiras y nos llenamos de esa verdad que nos quemaba la piel. No era el momento, nunca lo fue. Llegaste a mí tarde, en tu vida y en la mía. Encontraste la forma. Encontraste el valor. Decidiste dejar las sombras y prender la luz.

¿Qué pasa cuando el amor es suficiente? ¿Qué haces cuándo esto que sientes puede mover montañas?

Te había esperado toda la vida. Tú lleno de mí, yo llena de tí. Eras todas esas promesas. Eras todas esas palabras. Eras todo eso que coleccioné. Eras ese que abrío la puerta.

Abriste la puerta y me llené de frío. No de ese frío que sentía. Era un frío que me calaba hasta los huesos. Prendiste la luz. Respiraba. El aire era suficiente. Dejé de tener frío. Te acercaste a mí y dejé de tener frío. Apagué el último cigarro. Tomaste mi mano.

Por fin se me acabaron las noches en vela, las madrugadas a escondidas. Por fin se me acabaron las sombras, las mentiras, esta vida de tres que tanto me dolía. Se me acabó el lenguaje lateral y subversivo. Se me acabó el amor.

Sigues siendo...

Este sin sentido no para. Esta manera de amar nos mata. Hay tantas cosas que quiero decir que todo termina agolpandose en mi garganta y ahí se queda. Un te amo no es suficiente. Eres el amor de mi vida, se queda corto comparado con lo que pasa dentro de mí.

Te veo con ella y siento que el aire deja de ser suficiente para respirar. No me alcanza el tiempo para encontrarte. No me alcanza la vida para amarte.

Te he recorrido mil veces y sigo descubriéndote cada noche. Sólo ahí, sólo cuando estamos lejos de todos, es cuando respiro tranquila. Te quiero mio. Te quiero lleno de mí, vacío de ella. ¿Qué no ves que me muero cuando estás con ella? ¿Qué no ves cómo me duele no tenerte cerca?

Te lo digo hoy, como te lo dije ese día. Eres el amor de mi vida. No puedo seguir fingiendo. Tengo miedo de que en cualquier momento este amor que siento por tí me salga del alma y termine con esta farsa.

Te veo mientras le abres la puerta. La veo entrar a la sala, ignorante de todo esto que nos pasa. ¿Cuándo vas a dejar de dormir con ella y vivir conmigo? ¿Cuándo vas a decirle a todos que eres mio?

No me importa. Ya no es suficiente. Ya no me alcanzan las noches en vela, ya no me alcanzan las madrugadas a escondidas. Ya no me alcanza ese lenguaje lateral y subversivo. Ya no me alcanza decirte "hace frío" para camuflajear un "te quiero". Ya no me alcanza esta hoguera del amor quemado. No pienso curarme de tí.

Sigues siendo tú el único que me deja sin sueño. Sigues siendo tú el que me llena de frío. Sigues siendo tu esa colección de amores que fui guardando. Sigues siendo tú.

Eres...

Eres todo eso que soñé. Eres todas esas palabras que quise decir mil veces. Eres todas esas historias de amor que alguna vez he escrito. Eres el conjunto de amores que me han quitado la razón poco a poco.

Nunca pensé que esto que siento fuera real. Siempre viví creyendo que la vida jamás te regala amores sin sentido, sin límites y sin escape. Llegaste en el momento inadecuado, a la hora de la cena, mientras cerraba la puerta. A penas entraste. Casi te quedas fuera. No tenía tiempo, no tenía ganas, no tenía fuerzas. No te importó. Abriste la puerta, tomaste mi cara entre tus manos y dijiste que era ahora o nunca.

Me perdí en tus palabras. Me perdí en tus besos, en tus caricias, en todas esas frases de amor que jamás había escuchado. Me llené de tí. Estaba vacía y me llené de tí.

Cuando te digo que te quiero sabes que realmente lo siento. Cuando te digo que quiero estar contigo sabes que es verdad. Cuando digo que nunca había sentido lo mismo, sabes que me llenas el alma de cosas que nunca había entendido.

Una vez que apago la luz, una vez que estamos llenos los dos de amor, me dan ganas de dejarme morir mientras siento cómo mi cuerpo se abandona en un abismo de colores y sentidos. Quisiera poder escribir, quisiera poder decirte todo esto que siento mientras los dos nos sumimos en un sueño que no tiene fin ni principio.

Eres el amor de mi vida.

Sunday, October 03, 2010

A way out

-For God's sake, take a chill pill- That's all Sam could say every time someone would turn all deep on her. She wasn't about to start talking about feelings in the middle of the day. That's exactly what she hates about being a women. Why is she expected to be all sensitive?
She had been so many times in and out of rehab she was fed up with how-do-you-feel questions. She didn't feel anything, so she hated to be expected to do so. She was just tired of people trying to find out whether she would try to kill herself again or not. Everyone was always so serious around her. Everyone walking over eggshells, trying not to rub her in the wrong way.
It was true, she had tried it awfully hard. She went from your average sedative overdose to your mouth-openning jump out the window. All the time she felt trapped, she felt like no door would ever open. She first thought it was a horrible chain of missfotunate calculations at the suicidal breaking point. Not enough pills, not enough height. After a while she just realized it was another door that wouldn't open.
In a weird way she gave up. Just like she gave up on her life, she gave up on her attempt to end it. It was ironic, it was hillarious. She couldn't believe she couldn't kill herself. She found it kind of humorous to find herself alive while others would just drop dead like flies. She had so much fun reading the obituaries. Full of life was her favorite quote. Not anymore, she would say. She would crack up everytime.
After giving up on the suicidal mission, she started to live. One day, she met this incredibly funny looking fellow. He showed her around some places she'd never been. He talked to her about subjects she didn't know existed. She got to know people she couldn't even imagined existed.
One sunday morning, while having breakfast in bed, she looked blank at this funny looking fellow and told him everything about her unfinished business. It had become an obsession. She wanted to die just because she couldn't.
-Well of course. You cannot die if you are not living. You can't die twice-
She looked at him. She smiled. She had finally found her way out.

Tuesday, April 06, 2010

Un segundo, ni más ni menos

Ya no te siento. Ya no me acuerdo de tus manos, de tus besos. Ya no me dueles. Te dejé de pensar. Dejé de contar los minutos que estaba sin tí. Dejé de sumar, restar, dividir, multiplicar las horas para volverte a ver. Dejé de respirar tu aliento. Dejé de sentir tu cuerpo. Dejé de llenarme de amor por tí. Dejé de vacíarme de la ilusión de pertenecerte por completo.

Me quedé sin tí. No recuerdo tu cara. No puedo escuchar tu voz. Dejé de sentir ese hueco en mi cama. Dejé de sentir que la soledad me quemaba. Te he dejado atrás.

Cada una de las heridas que tu cuerpo dejó han sanado. Cada una de las lágrimas que lloré por tí, se han secado. Se fueron las noches de invierno que me llenaron de frío buscándote en otro cuerpo. No queda nada. No quedan ganas de verte. No quedan ganas de odiarte. No queda la esperanza de encontrarte.

Te olvidé. Te dejé atrás. Te dejé guardadito en el cajón donde guardo mis secretos. Sin embargo, a veces miro las cicatrices que dejaste en mi cuerpo. Es en ese momento, un segundo, no más ni menos, que me siento sola. Es un segundo en el que te siento lejos y que siento que nadie me va a querer como tú. Me asusta pensar que nadie más me romperá como tú.

Me dejaste como estatua de sal. Me dejaste en la montaña más alta. Lo lograste. Estoy lejos de todos, donde nadie me puede tocar. Nadie me puede tocar. Nadie puede entrar. Me convertí en tu muñequita de aparador con la que nadie juega. Me convertí en eso que querías que fuera. Fuí tuya y ahora nadie más me puede reclamar como propia.

Hay días, como hoy, en los que te siento cerca. Hay días, como hoy, en los que te necesito. Un segundo, no más ni menos, es cuando recuerdo tu cuerpo. Me quemas. Un segundo, ni más ni menos, es suficiente para decirte te amo, te odio y rogarte que no me dejes.

Por favor regresa, en ese segundo. Por favor regresa a mí. Por favor siente este vacío que me mata. Por favor ruega, como yo, que el tiempo se detenga en ese segundo. Por favor, dime que no te he perdido. Por favor, dime que sientes lo mismo.

Monday, February 22, 2010

Luz

Tenía miedo de prender la luz. Tenía miedo de ver eso que en la oscuridad ya conozco. Tanto tiempo en las sombras, me hace ver todo eso que la gente ignora. Me da miedo. Me da miedo saber que aún entre las sábanas, aún entre tantas caricias sabía que no podía amarte. Y me llené de miedo de pensar que jamás podría hacerlo. Me hice creer que la oportunidad de amar, de sentir, de vivir me pasaba por enfrente y yo la dejaba ir.
Pero aprendí a vivir. Pude prender la luz. Tuve el valor suficiente de decirme que no merezco a alguien como tú. Prendí la luz y a partir del día de hoy dejo de vivir en las sombras, dejo de esconderme en las sábanas, dejo de buscar en tí sus ojos miel.
Dejo de buscar por siempre tus palabras vacías y sus acciones tajantes. Dejo atrás a dos hombres que jamás me amaron. Dejo atrás el deseo de volverme suya por completo. Dejo de llenar el vacío que el dejó con tus caricias. Dejo de decir que prefiero tu labios. Dejo de mentir y decir que no quiero alguien como él.
Dejo atrás al hombre que me rompío el alma y con el que intenté arreglarla. Dejo atrás todos mis fantasmas. Hoy es el día que pido no volverlos a ver. Hoy me doy cuenta que eres una versión más de él. Te busqué opuesto, sin sentido, sin amor. Te busqué todo lo contrario para demostrarme que no lo quería a él.
Dejo atrás todo lo que los dos crearon en mí. Dejo atrás todo eso que odio de los dos. Me quedo con la adrenalina, me quedo con todo eso que aprendí, me quedo con las ganas de sentir. Me quedo con la seguridad de que no moriré de amor. Me quedo con toda la intención de caer, pero esta vez, con la luz prendida. Esta vez abro la puerta y prendo la luz.