Me puse a leer todo lo que he escrito en este lugar. Este espacio en la nada (créanlo o no esto de "la nube" no termina por causarme un poquito de estrés) se ha convertido en mi historia de vida y al mismo tiempo en un montón de palabras que a veces ni yo entiendo.
Me doy cuenta que la verdad nada es para siempre, aunque lo escribas. No puedo creer todo lo que escribí. No dudo que cada letra la sentí, porque asi soy, porque así escribo. No me llega la inspiración porque vi algo o me contaron algo. Yo escribo todas mis vidas alternas y todo lo que siento y pasa en mi cabeza. Todo viene de un lugar, un lugar un poquito escondido y que me he empeñado en domesticar: mi alma. Soy viceral, soy creativa, soy de esas personas que se imaginan todo pasar.
La verdad no se si este post haga mucho sentido una vez que lo termine de escribir. Honestamente leí varios escritos y me sentí como que veía un montón de fotografías hechas pedazos y en ninguna podía ver la cara de quien estaba siendo capturado en ese momento. Supongo que fuiste/fueron importantes. Lo más gracioso de todo es que esa persona que siempre pensé inspiró mis letras, no está. No logro descifrar entre todas esas letras si era él o alguien más quien me llevaba a escribir lo que escribí.
Entonces me di cuenta que en mi vida siempre he hecho las cosas lo contrario de lo que son. He creado montañas de pedacitos de tierra y he creado un gigante de un enano. También me di cuenta, que las cosas importantes las hago pequeñas. Lo que realmente duele, lo he reducido a una o dos palabras. Entonces sólo me queda reirme. Me divierte mi capacidad de imaginar una vida mucho más grande que la que vivo y tristezas mucho más chicas que las que siento. Sonreí al poder al leer todas esas historias que sólo pasaron en mi cabeza. Leer todas esas frases que jamás he dicho o me han dicho o si lo hicieron, ya no me acuerdo.
Entonces, me doy cuenta que no siento nada cuando algo realmente pasa. He sentido cosas más importantes con sólo una mirada, con una caricia, con una frase a medias. Y ahora, que salí al mundo a vivir la única pregunta que me viene a la mente es ¿esto es lo que siempre esperé?
No puedo ni siquiera encontrar un solo escrito que en el que pueda estar 100% segura que es completamente de él. Nada absolutamente nada de mí le pertenece. Ni siquiera mis letras, que en algún momento de mi vida pensé que sólo podían ser para y provenir de él.
Entonces me doy cuenta que todo esto es mio. Cada palabra, cada una de las letras que conforman este espacio me pertenecen.
Siempre me pensé completamente de él. Ahora, entiendo que siempre fue mio y lo dejé. Esa persona que llegué a crear, es mía también. Por que yo lo he creado y hoy, decido destruirlo.
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