Dime que no te duelo

Sentada entre tantos recuerdos me dan ganas de odiarte. Recordando todo lo que he pasado contigo me dan ganas de amarte. A veces me gustaría poder borrarte. No es fácil decir te quiero, más díficil aún decir adiós. No puedo encontrar ese punto en el que te amo o te odio. Estoy en ese limbo espantoso en el que espero, sentada, con el corazón lleno de ganas. Estoy en ese maldito infierno del no saber. No puedo siquiera entender qué siento por tí. No puedo llenar mi cabeza de tantas frases que me llevan a tí, a tu cuerpo. Podría decir que no me dueles. Miento. Puedo decir tantas cosas y aún así callo cuando me abrazas. No digo que no, no digo que sí, sólo te abrazo y tiemblo.
Quiero decirte que he cambiado, que no puedes seguir usando esa excusa de lo mucho que significo para tí. Quiero arañarte la cara, romperte el alma y decirte que no me dejes. Quiero, realmente quiero dejar de sentirte. Cierro los ojos y te veo a tí, duermo y siento tus manos sobre mí. ¿Qué tengo que hacer para olvidarte? Me llenaste de miedos, de prejuicios.
No puedo dejar de buscarte en todos ojos miel que me miran. No puedo dejar de sentirte cada vez que otros labios me besan. No puedo dejar de oirte cada vez que me dicen esas palabras vacías, las mismas que tu me dijiste. No puedo dejar de soñarte cada vez que duermo. No puedo dejar olerte cada vez que me abrazan. No puedo dejar de pensarte cada vez que veo una hoja en blanco. Tengo que escribirte, describirte, odiarte, amarte, tenerte, dejarte en cada palabra que escribo. Quiero encontrar el día en que pueda escribir otro nombre en cada una de las letras que dibujo. Quiero dejar de sentirte tan cerca a pesar de la distancia.
Quiero que no duermas como yo. Quiero que me digas que no soy una más. Quiero ser para tí eso que eres para mí. Quiero ser tu obsesión, tu amor, tu odio, tus letras, tus notas. Quiero que todo lo que hagas grite mi nombre, que no la ames porque cuando la tocas piensas en mí. Quiero que todo eso que construyes en tu imaginación tenga tatuado mi nombre, impregnado mi olor, grabados mis ojos, pintadas mis manos y dibujados mis besos. Quiero que me digas que no puedes dejar de olerme cada vez que te abrazan. Quiero que cada vez que cierres los ojos me veas a mí. Quiero que cada vez que duermas sueñes conmigo. Quiero que me escuches cada vez que te dicen esas palabras vacías, las mismas que te dije. Quiero que llores en las noches porque no estoy. Quiero que me busques en todos los ojos negros que te miren. Quiero que estés en ese mismo infierno del no saber. Quiero que no sepas que sientes por mí. Quiero que digas que no te duelo cuando mientes.