"Me enamoré de ti..." (¿en un bazar?)

He dibujado tu cara miles de veces. Las pláticas eternas entre tú y yo me dan vida, me hacen pensar que soy feliz. Recorro tu cuerpo todas las noches. Lo conozco de memoria. Me encanta cuando me miras a los ojos y dices que soy especial. Nunca nadie me lo había dicho. No de esa manera, no así con ojos enamorados. Me acuesto para encontrar a mi lado a mi compañero del resto de mi vida. No tengo miedo. Estoy convencida de que estarás ahí siempre. Toda la vida en el asiento de al lado, platicando mientras manejo, cantando canciones conmigo. Me dices que me amas y me lleno de paz. Antes tenía miedo. El tiempo pasó y me di cuenta que eras quien debe estar conmigo siempre. Me encantan tus manos en la noche cuando tengo frío, tus ojos en la mañana para decirme buenos días, tus bromas en la tarde para arrancarme una sonrisa. Amo tu forma de hacerme sentir amada y especial. Pensé que no encontraría a alguien que me viera tal como soy y que no huyera. Siempre se habían ido, buscando puertos seguros, más bonitos. Yo no soy puerto seguro. Tú lograste ver más allá de mis defectos y la primera impresión. Entendiste que mis intentos de alejarte son muestra de lo cerca que estás. Supiste desde el inicio que si digo que no te quiero es porque te me has metido bajo la piel. Sabes muy bien que no decía te amo porque no quiero perder el control. El control es algo muy importante y me rehusaba a perderlo. Entonces llegaste tú y lo cedí sin pensarlo dos veces. Estás a mi lado para siempre y ahora te confió mi secreto más oscuro. Te amo. En la soledad de mi cuarto, mientras me abrazas en la imaginación, rueda una lágrima por mi mejilla y deseo algún día conocerte.