¿En qué momento sucedió? Antes era más fácil. Tenerte en mis brazos no era complicado. No lo era. Realmente sucedía de manera natural. Siempre estabas ahí, hablabas conmigo, me besabas y me decías que me amabas. No importaba lo difícil que fuera o lo necesario que era para mí escucharlo, porque lo decías. Tal vez subestimé ese tiempo, tal vez lo desperdicíe. Tus manos tomaban las mías con seguridad y me hacían sentir la mujer más afortunda del mundo. Me sentía grande y dispuesta a luchar contra todo, contra ella. Nunca la he odiado, nunca la he envidiado. El tiempo, siempre nos perteneció y nunca fue de ella. Ella nunca estuvo entre los dos y nunca interrumpió nuestros momentos. A veces, muy a veces, sentía culpa. Una sóla mirada me bastaba para olvidarla. No podría sentirme culpable, ¿por qué? No era yo la que mentía. No era yo la que no decía la verdad, no omitía nada. Otras veces me sentía triste por ella, pero el sólo sentir tus manos tocar mi cuerpo me hacía olvidar hasta su nombre. ¿Quién es ella? Realmente no es nadie, para mi no existe, no está, nunca ha estado. Es demasiado lo que siento para cuidar el corazón de alguien más. El mío ya está roto, el mío es el que debo cuidar, el que está vulnerable. Estoy desnuda frente a tí, nada más que esconder. Ahora lo sabes todo. No, no te vayas. ¿Por qué? Te desvaneces poco a poco. No, por favor, entre más te quiero más etérea es tu imagen. Antes era tan fácil imaginarte. Antes era tan fácil tenerte aquí y no con ella. Ahora no puedo, tu figura se transparenta. ¿Cómo es tu cara? No recuerdo tus ojos, no recuerdo tus manos. Ya no estás aquí. Te fuiste, te dejé morir. Perdón, tal vez si me hubiera aferrado más fuerte. Tal vez no sería tan díficil imaginarte. Ahora estoy sin tí y sin tu recuerdo. Ahora sí, sola sin hablarte mientras manejo, mientras me peino, antes de dormir. Ya no estás, ahora si estás con ella hasta en la imaginación. No puedo vivir de tu recuerdo, no puedo ser fiel a tu recuerdo. Estoy sola sin recuerdos y con el hueco que ha dejado tu cuerpo en mi cama. Extrañándo algo de lo que no me acuerdo. Sólo a veces, en la noche, cuando estoy a punto de quedarme dormida, siento tu mano en mi cintura y escucho tu respiración. Entonces, caigo en un profundo sueño donde corro tras una figura lejana, persigo a la luna.
"Yo soy un sueño, un imposible. Vano fantasma de niebla y luz. Soy incorpórea, soy intangible." No puedo amarte... G. A. Bécquer
Sunday, February 18, 2007
Tu recuerdo
Realmente me gustaría poner algo feliz. Desgraciadamente no puedo.
¿En qué momento sucedió? Antes era más fácil. Tenerte en mis brazos no era complicado. No lo era. Realmente sucedía de manera natural. Siempre estabas ahí, hablabas conmigo, me besabas y me decías que me amabas. No importaba lo difícil que fuera o lo necesario que era para mí escucharlo, porque lo decías. Tal vez subestimé ese tiempo, tal vez lo desperdicíe. Tus manos tomaban las mías con seguridad y me hacían sentir la mujer más afortunda del mundo. Me sentía grande y dispuesta a luchar contra todo, contra ella. Nunca la he odiado, nunca la he envidiado. El tiempo, siempre nos perteneció y nunca fue de ella. Ella nunca estuvo entre los dos y nunca interrumpió nuestros momentos. A veces, muy a veces, sentía culpa. Una sóla mirada me bastaba para olvidarla. No podría sentirme culpable, ¿por qué? No era yo la que mentía. No era yo la que no decía la verdad, no omitía nada. Otras veces me sentía triste por ella, pero el sólo sentir tus manos tocar mi cuerpo me hacía olvidar hasta su nombre. ¿Quién es ella? Realmente no es nadie, para mi no existe, no está, nunca ha estado. Es demasiado lo que siento para cuidar el corazón de alguien más. El mío ya está roto, el mío es el que debo cuidar, el que está vulnerable. Estoy desnuda frente a tí, nada más que esconder. Ahora lo sabes todo. No, no te vayas. ¿Por qué? Te desvaneces poco a poco. No, por favor, entre más te quiero más etérea es tu imagen. Antes era tan fácil imaginarte. Antes era tan fácil tenerte aquí y no con ella. Ahora no puedo, tu figura se transparenta. ¿Cómo es tu cara? No recuerdo tus ojos, no recuerdo tus manos. Ya no estás aquí. Te fuiste, te dejé morir. Perdón, tal vez si me hubiera aferrado más fuerte. Tal vez no sería tan díficil imaginarte. Ahora estoy sin tí y sin tu recuerdo. Ahora sí, sola sin hablarte mientras manejo, mientras me peino, antes de dormir. Ya no estás, ahora si estás con ella hasta en la imaginación. No puedo vivir de tu recuerdo, no puedo ser fiel a tu recuerdo. Estoy sola sin recuerdos y con el hueco que ha dejado tu cuerpo en mi cama. Extrañándo algo de lo que no me acuerdo. Sólo a veces, en la noche, cuando estoy a punto de quedarme dormida, siento tu mano en mi cintura y escucho tu respiración. Entonces, caigo en un profundo sueño donde corro tras una figura lejana, persigo a la luna.
¿En qué momento sucedió? Antes era más fácil. Tenerte en mis brazos no era complicado. No lo era. Realmente sucedía de manera natural. Siempre estabas ahí, hablabas conmigo, me besabas y me decías que me amabas. No importaba lo difícil que fuera o lo necesario que era para mí escucharlo, porque lo decías. Tal vez subestimé ese tiempo, tal vez lo desperdicíe. Tus manos tomaban las mías con seguridad y me hacían sentir la mujer más afortunda del mundo. Me sentía grande y dispuesta a luchar contra todo, contra ella. Nunca la he odiado, nunca la he envidiado. El tiempo, siempre nos perteneció y nunca fue de ella. Ella nunca estuvo entre los dos y nunca interrumpió nuestros momentos. A veces, muy a veces, sentía culpa. Una sóla mirada me bastaba para olvidarla. No podría sentirme culpable, ¿por qué? No era yo la que mentía. No era yo la que no decía la verdad, no omitía nada. Otras veces me sentía triste por ella, pero el sólo sentir tus manos tocar mi cuerpo me hacía olvidar hasta su nombre. ¿Quién es ella? Realmente no es nadie, para mi no existe, no está, nunca ha estado. Es demasiado lo que siento para cuidar el corazón de alguien más. El mío ya está roto, el mío es el que debo cuidar, el que está vulnerable. Estoy desnuda frente a tí, nada más que esconder. Ahora lo sabes todo. No, no te vayas. ¿Por qué? Te desvaneces poco a poco. No, por favor, entre más te quiero más etérea es tu imagen. Antes era tan fácil imaginarte. Antes era tan fácil tenerte aquí y no con ella. Ahora no puedo, tu figura se transparenta. ¿Cómo es tu cara? No recuerdo tus ojos, no recuerdo tus manos. Ya no estás aquí. Te fuiste, te dejé morir. Perdón, tal vez si me hubiera aferrado más fuerte. Tal vez no sería tan díficil imaginarte. Ahora estoy sin tí y sin tu recuerdo. Ahora sí, sola sin hablarte mientras manejo, mientras me peino, antes de dormir. Ya no estás, ahora si estás con ella hasta en la imaginación. No puedo vivir de tu recuerdo, no puedo ser fiel a tu recuerdo. Estoy sola sin recuerdos y con el hueco que ha dejado tu cuerpo en mi cama. Extrañándo algo de lo que no me acuerdo. Sólo a veces, en la noche, cuando estoy a punto de quedarme dormida, siento tu mano en mi cintura y escucho tu respiración. Entonces, caigo en un profundo sueño donde corro tras una figura lejana, persigo a la luna.
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3 comments:
I know.. its hard to let go. Luv ya.
Breath just breath. Close your eyes, think you are a wonderful human being and let go.
Je t'embrasse
As always,
Siempre he admirado mucho todo lo que de tu pluma (o teclado?!) sale ale...seguiré leyendo, orita que hay chanze. Te mando un saludote y un abrazo!
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